El desempleo en España alcanza el 24,36% y urge mantener la fuente laboral sin importar los costos. Esto lleva a los españoles a pensar en sacrificios impensables hasta hace poco, poco resignar días de asueto personal, como antes ya se certificó la amenaza de extinción que pesa sobre una de las grandes aficiones nacionales: la siesta.
Por eso, un 68% de los trabajadores hispanos está dispuesto a renunciar a parte de sus vacaciones para asegurar su actual puesto de trabajo.
Según una encuesta realizada por la empresa especializada Randstad, siete de cada diez profesionales estarían dispuestos a perder algunos días de descanso con tal de mantener el trabajo. De ellos el 58% no reclamaría. El 10% eso sí, respetaría los días libres de Navidad y verano.
El 32% de los encuestados indica que no es partidario de reducir las vacaciones, debido a que no solucionaría un problema de fondo, como la crisis financiera y el desempleo del país.