La economía de Brasil podría crecer a un ritmo de 2 por ciento en términos anualizados para fines del año, al reflejar los esfuerzos drásticos por reducir la deuda corporativa y la desaceleración de la inflación que está alentando el consumo, dijo el sábado el ministro de Hacienda Henrique Meirelles.
En declaraciones en un evento financiero en Campos do Jordão, Meirelles dijo que los esfuerzos de empresas grandes y pequeñas por reducir sus deudas y disminuir el tamaño de sus negocios serán clave para ayudar a reactivar el crecimiento.
Estas acciones, que se suman al aumento del gasto de las familias visto en las últimas semanas, deberían garantizar que la "economía regrese a la normalidad", dijo Meirelles. "Algunos sectores están mostrando evidencia de que la recuperación está en curso, lo que sorprenderá a muchos".
Sus declaraciones reflejan el optimismo en que la estrategia del presidente Michel Temer de reducir la intervención estatal y permitir a los inversores participar más en la economía está rindiendo frutos.
Meirelles dijo que estas tácticas han otorgado al sector privado más espacio en la economía por primera vez en 30 años.
Como parte de una serie de anuncios económicos, Meirelles que una revisión de la ley de protección por quiebra creará mecanismos para permitir que las empresas tomen créditos después un proceso de reestructuración.
También afirmó en el evento que las posibilidades de que el Congreso apruebe la reforma de pensiones propuesta por Temer siguen siendo "reales", a pesar de las recientes demoras, surgidas a partir de la agitación causada por las acusaciones de que el mandatario intentó obstruir a la justicia en las investigaciones por una extensa trama de corrupción.
Temer ha negado reiteradamente las acusaciones.
Los planes para que la compañía estatal Centrais Elétricas Brasileiras SA se abra al control de varios accionistas representan un cambio más significativo para el país que la crucial privatización de la industria de telecomunicaciones de Brasil, gestada en 1997, dijo Meirelles.
El lunes, el Gobierno reveló la propuesta para ceder el control de la eléctrica conocida como Eletrobras, que sufre dificultades desde hace años por su pesada deuda, ineficiencias operacionales y su escasa posibilidad de invertir.