El nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, anunció este lunes una revisión de tributos como parte del programa de ajuste fiscal que adoptará para tratar de reactivar el crecimiento de la mayor economía de América Latina.
"Posibles ajustes en algunos tributos serán también considerados, especialmente aquellos que permitan aumentar el ahorro doméstico", declaró Levy al presentar su equipo de trabajo.
Economista ortodoxo de 53 años, Levy reafirmó el compromiso del segundo gobierno de Dilma Rousseff en un ajuste fiscal que permita recuperar el equilibrio en las finanzas públicas para retomar el crecimiento y atraer inversiones.
"Brasil tiene plenas condiciones de ejercer el equilibrio fiscal, con disciplina en los gastos públicos (...) sin afectar con eso derechos sociales o deprimir la economía", sostuvo.
En una conferencia de prensa posterior, Levy descartó una "parada brusca" de la economía, pero evitó comprometerse con una cifra de crecimiento o de inflación.
Durante el primer gobierno de Rousseff (2010-2014), la séptima economía del mundo se desaceleró. De una expansión del PIB de 7,5% en 2010, pasó a una proyección muy cercana a cero en 2014. El mercado espera para este año un crecimiento de 0,5%.
Entretanto, Levy enfatizó en que el ajuste "ya comenzó", al destacar las recientes medidas que restringen el acceso al seguro de desempleo y la pensión por muerte.
Esto "evitará excesos en la concesión de nuevos beneficios y fortalecerá el sistema, permitiendo que las políticas sociales del país, que han sorprendido al mundo, puedan ser todavía mejores al corregir las eventuales distorsiones", apuntó.
Al magro crecimiento en 2014, se suma el primer déficit comercial en 14 años, un menguado ahorro fiscal y una inflación del 6,5% a noviembre de 2014, en el techo de la meta oficial. Una bomba de tiempo que Levy deberá desactivar.
"En los próximos cuatro años, de una forma u otra, nuestra economía se transformará. La combinación de fortalecimiento fiscal con medidas (...) que aumenten el ahorro, disminuyan el riesgo de inversiones, inclusive en infraestructura, y den confianza e independencia a la iniciativa privada, permitirán esa transformación", sostuvo.