Click acá para ir directamente al contenido

La facilidad para engañar que generan las redes sociales

Suplantación de identidad, falsas publicaciones o aprobación de productos son los principales engaños que se generan en redes como Twitter o Facebook.

Sebastian Marchant

Lunes 11 de marzo de 2013

El destacado gestor de fondos David Einhorn sorprendió el mes pasado cuando apareció en Twitter para desmentir que hubiera tuiteado sobre la empresa de nutrición Herbalife.

"Aparentemente, tengo un suplantador en Twitter", dijo el director del fondo de inversión Greenlight Capital y agregó que no tenía planes "de tuitear sobre valores".

Lo que hizo reaccionar a Einhorn, fundador de Greenlight Capital, fue un mensaje de una cuenta de Twitter ahora suspendida llamada @Greenlightcap, que pudo hacer pensar a la gente que Einhorn estaba tomando partido en la batalla entre otros dos grandes inversores, Carl Icahn y Bill Ackman, que tienen posturas opuestas sobre Herbalife.

Einhorn no es el único vendedor que ha sido suplantado en Twitter que se ha convertido en una fuente importante de información para muchos inversores. A finales de enero, las acciones de la empresa de telecomunicaciones Audience y de la farmacéutica Sarepta Therapeutics se hundieron después de unos tuits que supuestamente eran de investigadores de ventas en descubierto.

"Estas artimañas de inflar y vender obviamente son algo de lo que el mercado tiene que preocuparse, incluso si son sólo una forma de que la gente haga las artimañas que se han hecho siempre", dijo Keith McCullough, presidente ejecutivo de Hedgeye Risk Management en New Haven, Connecticut. Él usa Twitter y tiene más de 22.000 seguidores.

En este tipo de engaños, los usuarios anónimos crean cuentas con nombres que suenan como destacados actores del mercado, emiten comentarios negativos e inician desmentidos masivos. Las ventas que los siguen muestran lo que puede hacer la rapidez con la que extiende la información por los medios sociales en el volátil mercado, y es un aviso para los inversores que actúan antes de verificar totalmente la fuente.

El FBI supervisa Facebook y Twitter, y dijo a Reuters en noviembre que los medios sociales serán una gran parte de los fraudes en títulos.

La página web de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) alerta de que los estafadores pueden usar los medios sociales para "parecer legítimos, esconderse tras el anonimato y llegar a mucha gente a bajo costo", y la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera ha emitido una guía sobre medios sociales para los brokers.

En enero del 2012, la SEC acusó a un asesor de intentar vender títulos ficticios a través de LinkedIn, una red social online dirigida a profesionales.

Los inversores pueden minimizar el riesgo de ser estafados confiando sólo en cuentas de Twitter de usuarios establecidos e investigando de forma independiente cualquier información o rumor.

Además de Twitter, otro sitio popular para los operadores es Stocktwits.com, donde los usuarios envían mensajes casi exclusivamente sobre acciones. Estos sitios son de alguna manera una versión más sofisticada de los chats, y los rumores fluyen libremente y se convierten en un terreno fértil para información poco fiable.

Twitter y StockTwits tienen filtros fuertes, pero el grifo de la información falsa no puede cerrarse del todo.