El sindicato de la mina Escondida en Chile dijo el jueves que invitó a la empresa a firmar un acuerdo en que se comprometa a discutir exclusivamente tres puntos clave de un nuevo contrato colectivo y así poner fin a una extensa huelga en el mayor yacimiento mundial de cobre.
El gremio de Escondida, controlada por BHP Billiton, ha dicho que no cederá en la discusión contractual sobre reducir beneficios vigentes, respetar tiempos de descanso y no establecer diferencias entre trabajadores nuevos y antiguos.
"Vamos a darle la oportunidad a la compañía si realmente quiere destrabar la huelga (...). Si no lo hace es que realmente todo lo que ha dicho es mentira, es decir, no quieren negociar", dijo a Reuters Carlos Allendes, portavoz del sindicato.
El sindicato dijo en una declaración pública que si el "acta se suscribe, podremos de inmediato iniciar la discusión de las tres materias en cuestión".
No fue posible obtener inmediatamente una reacción de la minera a la propuesta de los trabajadores sindicalizados.
Los huelguistas mantienen bloqueados los accesos a instalaciones de la mina, frustrando los intentos de la empresa por retomar progresivamente labores como había anunciado ante la negativa del gremio de más de 2.500 trabajadores de volver a las negociaciones.
Los operarios impidieron en la víspera el acceso a Coloso, el puerto de la firma al sur de la ciudad de Antofagasta, y la Federación Minera de Chile -que agrupa a los gremios de minas privadas en el país- acusó a la empresa de amedrentar y provocar a sus trabajadores.
En tanto, el presidente de Minera Escondida, Marcelo Castillo, dijo a un diario local que insistirán en entrar al puerto y posteriormente a las faenas, ubicadas en el desierto de Atacama, a 170 kilómetros al sureste de Antofagasta.
Sin embargo, el ejecutivo admitió que "en la medida que no podamos acceder a las áreas operativas, la suspensión parcial de actividades es un escenario factible" en la mina, que produjo poco más de un millón de toneladas en el 2016.
Escondida, que BHP controla en un 57,5 por ciento, declaró fuerza mayor en sus despachos y había decidido hasta esta semana no intentar operar el yacimiento con reemplazos, alegando razones de seguridad.
La huelga en Escondida, junto con otras grandes minas en Indonesia y Perú, están ejerciendo presión alcista sobre el precio del cobre en los mercados internacionales.