Un nuevo caso de un presunto ladrón abatido por la policía se registró el pasado fin de semana en la provincia de Córdoba, Argentina.
La fiscalía suma tres muertes sospechosas durante estos últimos días por disparos de policías y que tienen a estos en situación de libertad pero imputados por asesinato.
Según consignó Clarín, este sábado por la noche ocurrió 'el último caso' de persecución, cuando el sospechoso Jorge Bracamonte (23), habría asaltado a una mujer robándole su cartera y posteriormente se refugió junto a su cómplice en una casa en el barrio Malvinas Argentinas, en Gran Córdoba.
Uno de los policías terminó la persecución disparando con su arma reglamentaria a Bracamonte en el tórax, causándole la muerte.
Lo que entra en conflicto es que al momento de detener a ambos sospechosos, al "supuesto" cómplice le encontraron un revólver calibre 22 y a Bracamonte no se le encontró ninguna arma. Por lo que su familia denunciaron que se había tratado de un caso de "gatillo fácil".
En base a declaraciones en el sitio Cadena 3, a cargo de la investigación quedó el fiscal Marcelo Fenol, y aseguró que "hubo flagrancia por parte del supuesto delincuente, que a su vez contaba con antecedentes penales". Y agregó que "las primeras informaciones apuntarían a que fue un caso de actuación funcional dentro de los parámetros. Pero por ahora lo estoy investigando como homicidio".
Cabe destacar que otros dos sospechosos abatidos por la policía argentina fueron identificados como Marcos Soria (32) y Victor Sarría (38) y que actualmente los casos se encuentran siendo investigados como "homicidio".