Incinerados y abandonados dentro de dos vehículos en una comunidad rural del noroeste de Guatemala, fueron encontrados siete cadáveres, entre ellos, los de una fiscal y una funcionaria del gobierno guatemalteco.
Se presume que el primer vehículo, una camioneta todoterreno, donde viajaban la fiscal del departamento de Chiquimula, Yolanda Olivares; la directora de la Secretaría de Obras Sociales de la Presidencia en el departamento de El Progreso, Jennyfer Carolina Moscoso; su hermana, Karla Hernández Moscoso, fue incendiado por los atacantes con ellos dentro.
En el automóvil también iba un hombre, identificado como Luis Antonio Palacios, quien acompañaba a las mujeres y también murió en el ataque. El vehículo fue encontrado en una carretera de la comunidad de San Pedro Necta, en el departamento de Huehuetenango.
En el segundo vehículo, estacionado a la par del otro, iban tres hombres, que fueron encontrados en las mismas condiciones. Sus cuerpos aún no son identificados.
Según la información entregada por un portavoz de la Policía Nacional Civil, una de las víctimas llamó por teléfono antes del asesinato, dando aviso de que eran perseguidos por varios automóviles con hombres armados.
El lugar de los hechos limita con la frontera de México, y es considerado por las autoridades como una zona muy peligrosa ante la presencia permanente de narcotraficantes internacionales.
Hasta ahora, se desconocen las causas y los responsables de la matanza.
Foto: Archivo Reuters