Son conocidos comúnmente en Estados Unidos como "preppers" (personas preparadas para cualquier desastre). Y están listos, según sus creencias, para cualquier eventualidad que pueda pasar el próximo "21 de diciembre".
Los "preppers" cuentan los días para el supuesto fin del mundo, según la profecía del calendario maya, y por ello están prevenidos para ser totalmente auto-suficientes en caso de cualquier tipo de cataclismo, como guerra nuclear, desastre natural, hambruna o colapso económico.
Los más supersticiosos se hicieron con un búnker. Son refugios prefabricados listos para el fin de los tiempos. Los hay individuales e incluso de varios pisos para proteger a una familia. Sus precios oscilan entre los US 51800 dólares a los US 64900 (transporte e instalación no incluidos).
La empresa que los fabrica y vende, también ofrece suministros, como agua, conservas o comida deshidratada, para sobrevivir algún tiempo dentro sin necesidad de visitar el exterior.
Pero hay recursos “preppers” aptos para todos los bolsillos. Existe hasta una red nacional de “prepping", la “American Preppers Network”. En su página web oficial se puede adquirir cualquier tipo de artículo relacionado con la supervivencia. Si no alcanzas para un “bunker” propio, puedes preparar tu casa para lo peor. Por ejemplo, disponiendo de una máscara especial purificadora de aire.
Las recomendaciones generales para cualquier “prepper” es acumular alimentos, medicamentos, herramientas, linternas, baterías y, como no puede ser de otra forma en EE.UU., armas y munición. Los más pesimistas, que esperan un colapso económico, acaparan monedas de oro y compran tierras, fertilizantes y semillas.
El fenómeno preparacionista se ha disparado con la supuesta profecía del fin del mundo maya. Y también se ha convertido en un negocio muy lucrativo. En Estados Unidos existen inmobiliarias que ofertan casas con búnkers propios.
