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Los ataques no se detienen

El ataque a una gasolinera en la provincia siria de al-Raqqa dejó al menos 54 muertos y decenas de heridos.

Francisco Guerrero

Jueves 20 de septiembre de 2012

Al menos 54 personas murieron y decenas resultaron heridas el jueves, en un ataque aéreo a una gasolinera en la provincia de al-Raqqa, en el norte de Siria, una zona de usuales choques entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El grupo, con sede en Reino Unido y que dispone de una red de activistas en toda Siria, citó a uno de sus miembros en la región diciendo que había más de 110 personas entre muertos y heridos.

Un video publicado por activistas, que dijeron ser de al-Raqqa, mostró nubes de humo negro elevándose de los restos de la gasolinera mientras los residentes recorrían el lugar tras el ataque de un jet del Gobierno sirio.

Fuerzas gubernamentales bombardearon a rebeldes cerca de un cruce fronterizo con Turquía a unos 30 kilómetros del sector más norteño de al-Raqqa, un día después de que fuera tomado por los insurgentes.

Un testigo de Reuters del lado turco de la frontera escuchó disparos y explosiones cerca del puesto fronterizo de Tel Abyad, donde todavía flameaba una bandera opositora.

Fue imposible verificar la autenticidad del video, y como la mayoría de los periodistas extranjeros están impedidos de entrar a Siria muchos eventos son difíciles de confirmar.

El presidente Bashar al-Assad ha usado helicópteros y jets para atacar partes del país en las que los insurgentes han estado operando, incluyendo distritos residenciales de la capital y otras grandes ciudades del país.

Las fuerzas de Assad han atacado estaciones de gasolina en poblados rurales y cerca de rutas importantes para que los rebeldes no tengan acceso a combustible.

Activistas dicen que más de 27.000 personas han sido asesinadas en un conflicto de 18 meses que comenzó con protestas callejeras pacíficas y se convirtió en una guerra civil después de que Assad intentó aplastar a los opositores con el Ejército. El más pasado fue el más sangriento desde el comienzo del conflicto.

Por su parte, Assad dijo que los grupos armados "no saldrán victoriosos" en su lucha contra el Gobierno.

En declaraciones a la edición del viernes de la revista egipcia semanal Al-Ahram Al-Araby, destacó que "la puerta al diálogo sigue abierta".

Más temprano el jueves, el Ministerio de Información sirio dijo que un helicóptero del Ejército que colapsó cerca de la capital Damasco golpeó la cola de un avión de pasajeros, pero las 200 personas a bordo resultaron ilesas.

"El helicóptero impactó la cola del avión (...) La torre de control del aeropuerto de Damasco confirmó que el avión aterrizó de manera segura en el aeropuerto de Damasco y que los 200 pasajeros están en buen estado de salud", indicó un comunicado difundido por el canal estatal de noticias Suriya.

[Agencia Reuters]