Grecia se prepara para lo que será el próximo paro de 24 horas. El 26 de septiembre los atenienses se unirán para dar inicio a la primera huelga contra el Gobierno del conservador Antonis Samarás. A pesar de que quedan seis días para esto, los griegos día a día demuestran su descontento por la situación en la que están sumidos.
Este jueves los empleados de los medios de transporte celebran una huelga de 24 horas paralizando autobuses, troles y metro. La protesta coincide con una ardua jornada de negociación entre el Gobierno helénico y la troika de acreedores externos para cerrar el enésimo nuevo ajuste por 11.500 millones de euros.
Los trabajadores del transporte alzan la voz en contra de los planes de reducción de salario y el aumento de las tarifas del transporte público. Esta última petición es la mayor exigencia de los trabajadores, según declaró Andonis Stamatópulos, presidente del sindicato del metro ateniense
Al transporte, se le suma la paralización de médicos en hospitales públicos por la reinvindicación del pago de las horas extras, mientras que los jueces no trabajan desde el viernes. Por otro lado, el rubro portuario cesó sus actividades de mediodía para reclamar por la privatización de los servicios de puerto.
Mientras tanto, el primer ministro griego, Andonis Samarás, busca el apoyo de sus socios de Gobierno para que han impedido pactar el nuevo paquete de recortes exigido por los acreedores externos para continuar con la ayuda financiera al país.