Durante esta jornada, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó su preocupación por la violencia registrada en las protestas de Hong Kong.
De esta forma, Bachelet sostuvo que condena "cualquier forma de violencia (...) y exige a las autoridades hongkonesas abrir una investigación rápida, independiente e imparcial".
Las protestas han sumido al territorio en una de sus crisis más graves en décadas, presentando uno de los mayores desafíos populares al presidente chino Xi Jinping.
“Hong Kong ha llegado a un punto crítico. Todos los que están preocupados por el futuro deben decir no con firmeza a todos los comportamientos violentos, decir no a toda la gente violenta”, dijo el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, el 11 de agosto.
El hecho representa el mayor golpe a la economía de la ciudad desde que iniciaron las protestas a principios de junio.