Eran las cuatro de la madrugada cuando en total tranquilidad estalló un explosivo de fabricación casera en una estación de servicio de Weyhill, al sur de Inglaterra.
Unos criminales intentaron sustraer el dinero del cajero automático que se encontraba en el lugar, para lo cual no hallaron mejor método que hacer estallar una bomba.
Afortunadamente para los ladrones, el impacto de la explosión no incendió el combustible de la estación de servicio.
La policía de la ciudad publicó estas imágenes advirtiendo a quienes trataran de hacer ataques similares al cometido en ta estación de Texaco en Weyhill, pues podrían terminar perdiendo la vida.
"Nuestro objetivo al mostrar estas grabaciones de cámara de seguridad, es esperar que resalte lo potencialmente peligrosas que pueden ser estas explosiones", señaló el jefe de policía de la localidad, Stuart Murray, quién además destacó que este tipo de explosiones son impredecibles y fácilmente pueden ocasionar heridos o muertos.