La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció el jueves multas preliminares de 250 millones de reales (66,2 millones de dólares) contra una mina en el sudeste de Brasil en la que colapsaron dos diques, un desastre en el que murieron al menos siete personas y que sumergió a una vasta área en lodo contaminado y desechos mineros.
Las multas, conocidas después de que Rousseff sobrevoló la zona afectada, fueron anunciadas al tiempo que los fiscales federales revelaron planes para trabajar con sus homólogos estatales para investigar posibles delitos que podrían haber contribuido al desastre en la mina, propiedad conjunta de las multinacionales BHP Billiton Ltd. y Vale SA.
Rousseff afirmó que las multas, impuestas por el regulador medioambiental brasileño por violaciones que van desde polución fluvial a daños en áreas urbanas, donde se suspendió el servicio de agua potable, podrían ser seguidas por penalizaciones de otras agencias federales o estatales.
Una persona familiar con la postura del Gobierno dijo que las multas podrían acabar siendo muy superiores a las cantidades anunciadas preliminarmente el jueves.
"Estamos decididos a hacerlos responsables por esto", dijo Rousseff a los periodistas, refiriéndose a las dos multinacionales por su nombre, al igual que por el de su emprendimiento conjunto: Samarco Mineração SA.
La iniciativa de los funcionarios federales endurece la respuesta del Ejecutivo, que se enfrenta ahora a un desastre que afecta a dos estados y que hasta hace poco dejó gran parte de la reacción oficial en manos del gobierno estatal de Minas Gerais, un centro minero de importancia global donde estaban las represas.
Con anterioridad el jueves, el ministro de Minería del país aseguró que el Gobierno pondrá en marcha una auditoría para evaluar el estado de otras represas en el sector.
Fuente y foto: Agencia Reuters.