Click acá para ir directamente al contenido

Capriles insta a Maduro a un debate

El candidato de la oposición desafió al actual presidente interino de Venezuela a un comparendo público.

Francisco Guerrero

Viernes 15 de marzo de 2013

El candidato opositor de Venezuela desafió el jueves a su rival, el mandatario interino Nicolás Maduro, a medirse en un debate público, luego de pedir disculpas por unas declaraciones que ofendieron al oficialismo en una campaña electoral dominada por insultos y acusaciones mutuas.

La carrera para los comicios del 14 de abril se recalentó en el país petrolero, que debe elegir el sucesor del fallecido presidente socialista Hugo Chávez entre Maduro, su heredero político, y la opción de centro que encarna Henrique Capriles.

Capriles, que en las últimas elecciones presidenciales de octubre perdió contra Chávez por un considerable margen pero que hizo la mejor elección de la oposición en la era del chavismo, viene siendo blanco de ataques verbales de Maduro, que van desde motes de "fascista" hasta insinuaciones sobre su sexualidad.

La ira de Maduro se desató luego de que Capriles pusiera en duda los reportes oficiales sobre los pormenores de la muerte de Chávez, que la semana pasada perdió su batalla contra un cáncer dejando conmocionado al país que gobernó durante 14 años con una cruzada socialista que genera tantos amores como odios.

Maduro, un ex chofer de autobús de 50 años y sindicalista cuya fidelidad a Chávez lo llevó a convertirse en canciller y luego a vicepresidente, aseguró que podría considerar ir a un debate sólo si el joven gobernador pedía disculpas por "las muy graves ofensas" contra la memoria del mandatario.

"Si alguna palabra mía fue mal entendida, si alguna palabra mía hirió algún sentimiento de los deudos del presidente, vaya mi palabra de excusa", dijo Capriles, de 40 años, en una entrevista con una radio local.

Pero desde el oficialismo dijeron que no eran suficientes las excusas por sus declaraciones, que llevaron a una de las hijas de Chávez a escribir una carta pública acusando a "la oposición enferma" de "jugar con el dolor de un pueblo y una familia que está devastada".

"Ya habló el Princeso. Quiere debate pero sin disculparse. Es decir, es un canalla y tiene miedo", escribió en su cuenta de Twitter Andrés Izarra, ex ministro y miembro del comando de campaña de Maduro.

Para la última campaña presidencial en octubre, Capriles había exhortado a Chávez a un debate que nunca se realizó.

"Vamos a hacer un debate Nicolás, el país lo quiere. Tenemos un mes para hacerlo, vamos a debatir sobre la inseguridad, la economía, las fallas del aseo urbano, la falta de empleo y de las expropiaciones", dijo Capriles más tarde en un comunicado.

Por la noche, en una entrevista televisada, Capriles sostuvo que Maduro "es el candidato del (presidente cubano) Raúl Castro" mientras que él representa a "los venezolanos".

El Gobierno respondió con una cadena nacional de radio y televisión en la que se difundió la carta de la hija de Chávez y se emitieron opiniones de personas fustigando al candidato opositor por sus dichos.

La estrategia del oficialismo es asociar a Capriles con sectores de derecha que asegura buscan eliminar multimillonarios programas sociales que montó Chávez para beneficiar directamente a la población de menores recursos con la enorme renta petrolera del país, y que fueron un pilar de su enorme popularidad.

Pero Capriles, que en diciembre logró uno de los pocos triunfos de la oposición en las elecciones regionales al retener el estado de Miranda, promete seguir atacando la pobreza con un modelo económico de centro e intenta desbaratar la estrategia de Maduro de mostrarse como la continuación de Chávez.

Encuestas realizadas antes de la muerte del presidente mostraron que Maduro llevaba a Capriles varios puntos de ventaja en las preferencias del voto.

"Me gustaría ver un debate Capriles-Maduro pero sin ofensas. Creo que Capriles está más preparado, pero yo voy a votar por Maduro", dijo Javier González, un taxista de 36 años. "Así como lo estamos montando en la silla, lo podemos sacar", sostuvo.

Sea quien sea el ganador de las elecciones, tendrá que lidiar con una galopante inflación, episodios de escasez de productos en las estanterías de los supermercados, fallas en los servicios públicos, una creciente delincuencia exacerbada por una extendida impunidad, y la corrupción histórica del país.

[Agencia Reuters]