Un nuevo vuelco a tomado el caso de Nahir Galarza, la joven argentina que se declaró culpable del crimen de Fernando Pastorizzo, con quien mantenía una tormentosa relación amorosa. Una pista contradiría el último testimonio que prestó Galarza, complicando aún más su situación.

Según consigna el portal trasandino TN, la joven incluyó detalles sobre lo que habría sucedido en las horas previas al crimen y el momento del desenlace fatal. Nombró los celos que afectaban a la pareja, de una discusión, un forcejeo en la moto, una caída y de disparos accidentales.

Empero, su versión y la de una vecina han perdido veracidad conforme al desarrollo de la investigación por parte de fiscalía, esto ya que se está indagando un nueva pista: el casco de Pastorizzo.

Según contó Galarza en su última declaración ante la Justicia, luego de una discusión Fernando, con el arma en su poder, este la obliga a subirse a la moto y la lleva hasta el lugar donde ocurrió el crimen, a metros de la casa de la abuela de la joven. Sobre la moto, la riña habría seguido.

"Cuando llegamos a la calle de la casa de mi abuela iba tan rápido que cuando dobló perdió el control de la moto y en ese momento me agarro de él, él agarra la moto con las dos manos, casi nos caímos, y cuando me agarro de él, le saqué la pistola. Ni siquiera miré cómo la agarré", explicó la imputada por homicidio doblemente agravado por vínculo.

Es en este momento en que se habrían perpetrado los disparos, con Pastorizzo aún portando su casco. Sin embargo, según manifestó el fiscal de la causa, Sergio Rondoni Caffa, no se halló en la autopsia "evidencia corporal" para demostrar que la moto iba en marcha al momento de recibir el primer balazo y que "la falta de roturas significativas en el rodado" respaldan la hipótesis de que la moto estaba detenida.

Todo indica que el joven fallecido habría detenido su moto en la calle General Paz antes de ser asesinado. Cuando Pastorizzo fue encontrado muerto, el casco estaba tirado a un metro y medio del cuerpo junto con el casco de Nahir, lo que indica, fehacientemente, que no habría tenido puesto su casco. Por su parte, amigos y familiares de la víctima recalcaron que el joven "siempre llevaba su casco puesto" cuando manejaba. Entonces, al momento de los disparos ya habrían frenado, lo que derriba la tesis de "disparos accidentales".

Además, el vehículo motorizado fue hallado sin ningún tipo de daños o golpes, por lo que creen que Fernando Pastorizzo había estado parado o sentado junto a su moto al momento de morir. El forcejeo y la caída que relató Nahir quedarían desacreditadas.

Finalmente, la investigación, pronto a finalizar, contemplaría los cambios de versiones que la joven ha desarrollado desde que se le tomó detenida, mientras que se investigará esta última prueba a fin de dar con los motivos verídicos del crimen.