Cinco personas fallecieron y otras tres quedaron gravemente heridas luego que la infraestructura que sostenía un bote salvavidas fallara y cayeran al mar desde unos 20 metros de altura.
El hecho sucedió cuando se realizaba un simulacro de evacuación desde el crucero Thomson Majesty, que se encuentra atracado en Islas Canarias. Cuando se preparaban a descender en el bote salvavidas, el cabestrante que lo afirmaba falló y cayeron al agua.
Ninguno de los más de 2.000 pasajeros que viajaban en el barco resultó lesionado, ya que las víctimas del accidente formaban parte de la tripulación.
Los simulacros de evacuación son un procedimiento de rutina que se adoptó tras el hudimiento del Titanic, en 1912. Esta actividad se realiza el primer día de navegación antes de que zarpe el crucero para informar a quienes viajan de lo que se debe hacer en caso de emergencia.