No se han cumplido aún dos días de Jorge Bergoglio como Papa Francisco y se siguen sucediendo los gestos que hacen pensar que estamos ante un Pontificado con aires ciertamente de renovación, con un estilo propio de llevar las riendas de la Iglesia Católica en el que, más que palabras, "humildad" y "austeridad" son sellos de acción.
El último ejemplo se ha visto con el mensaje que envió a sus compatriotas argentinos.
Según cuenta el diario Clarín, en un momento en que autoridades, empresarios y religiosos transandinos preparan viajes a Roma para saludar el nombramiento del ex arzobispo de Buenos Aires, su mensaje ha ido en una dirección que ha sorprendido a todos.
Así, en lugar de viajar a Italia para la ceremonia de entronización del martes, el Papa pidió a "todo el pueblo argentino" que le acompañe con "algún gesto de caridad hacia los más necesitados".
El mensaje fue transmitido por el nuncio apostólico en Argentina, Emil Paul Tscherrig, que hizo pública una carta del Santo Padre en la que pide a sus compatriotas que "continúen con esa cercanía espiritual tan apreciada acompañándola con algún gesto de caridad hacia los más necesitados".
El rotativo porteño asegura que organizaciones empresariales como la Unión Industrial (UIA) estaban pensando incluso en fletar un vuelo charter a Roma para ver en persona la llegada de Bergoglio a lo más alto de la Iglesia Católica, pero una llamada del sacerdote Carlos Accaputo, director de la Pastoral Social de Buenos Aires, dejó en suspenso sus planes.
"Tengo un mensaje del Papa Francisco. No quiere comitivas especiales. Tengan paciencia, va a venir a la Argentina. Eso sí, les pide que en vez de ir a Roma, donen el dinero a una entidad de bien público", fueron sus palabras, corroboradas más tarde por monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú, quien hizo una ronda de llamadas en este sentido a varios gobernadores.
Los que sí estarán en el Vaticano el martes será la presidenta, Cristina Fernández, al frente de una delegación compuesta por el canciller, Héctor Timerman, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, la cúpula de la Iglesia argentina y una nutrida representación parlamentaria.
Foto: Reuters