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Revelan los misterios del humo que sale de la Capilla Sixtina

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, bromeó diciendo que los componentes que cambian el color a la fumarola no afectan la salud de los cardenales.

Elkjaer Lobos

Miércoles 13 de marzo de 2013

Minutos después de que la segunda humareda negra confirmara al mundo que los cardenales de la Iglesia Católica siguen buscando al Papa que sustituirá al dimitido Benedicto XVI, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, tuvo un encuentro con la prensa donde reveló los secretos del misterioso humo que sale de la Capilla Sixtina.

Según explicó, al interior de la capilla -donde votan los cardenales electores- hay dos estufas. Una sirve para quemar los papeles de la votación, mientras que la otra -más moderna- anuncia si es que hay un nuevo Pontífice.

Este segundo artefacto tiene un dispositivo electrónico adosado que tiene una especie de cassette con cinco cargas que hacen cambiar el color del humo.

Y aquí vino la gran revelación, que pone punto final a históricos debates sin fin sobre cómo se añadía la coloración a la fumarola.

Así, según indicó, para el humo negro se emplea una mezcla compuesta por perclorato de potasio, antracena y azufre.

Para lograr el color blanco, se le suministra a la estufa clorato de potasio, lactosa y pez de castilla (o colofonia). Antes -dijo Lombardo- el humo era realizado con paja mojada.

La explicación de Lombardi, que fue traducida al inglés y español por sus colaboradores, arrancó la risa y aplausos de los medios presentes en la conferencia.

Otro momento distendido fue cuando Lombardo indicó que estos componentes no afectan la salud de los cardenales, ni tampoco los frescos de Miguel Ángel que están en la capilla.