Para algunos árabes es considerado un crimen de honor, pero para occidente fue un cruel asesinato que será pagado con cárcel.
Un hombre que mató a su esposa y luego utilizó su ropa para hacer creer que seguía viva, fue condenado a cadena perpetua por un tribunal de Greater Manchester, en Reino Unido.
Según informó la justicia, Ahmed al Khatib de 34 años, comenzó a sentir celos de su esposa, Rania Alayed, luego que ella se inscribiera para estudiar inglés en un instituto local.
Tras comenzar las clases, la joven de nacionalidad siria, habría comenzado a cambiar su forma de vestir y a fraternizar con compañeros del sexo masculino.
Esta situación habría molestado a Ahmed, quien decidió asesinarla y luego hacer desaparecer su cuerpo.
Antes de cometer el crimen, la joven temía por su vida y trató de abandonar el matrimonio. Hace cinco meses había escapado hacia la casa de familiares, sin embargo, el temor a una posible revancha la hizo retornar, lamentablemente, a su muerte.
De acuerdo a la investigación, Ahmed al Khatib atacó a Rania Alayed al interior del departamento de uno de sus hermanos. Luego, se puso su ropa y trató de hacerle creer a sus familiares que su esposa continuaba viva, e incluso utilizó su celular.
Una vez cometido el acto, Ahmed guardó el cadáver de su esposa en una maleta y la enterró en un lugar desconocido con la ayuda de sus hermanos.
Luego, un mes después de cometer el crimen, reportó a la policía que su esposa había desaparecido.
Tras iniciar las investigaciones, las autoridades determinaron su responsabilidad en el caso y lo condenaron a un mínimo de 20 años de prisión efectiva.
"Su orgullo masculino no pudo soportar a una mujer fuerte tratando de determinar su propio destino, así que él cometió un acto final en el que se aseguró de que nunca volviera a desafiarlo", explicó el detective Phil Reade, al diario Independent.
Rania Alayed era madre de tres niños que hoy quedaron al cuidado de familiares.
Fotos: Reproducción/ Greater Manchester Police