La presidenta argentina, Cristina Fernández, dio un discurso público este miércoles en el barrio de Morón, en las afueras de Buenos aires, donde se refirió al proceso de cambio de mando para entregar el poder el próximo 10 de diciembre al mandatario electo, Mauricio Macri.
La jefa de Estado sostuvo ante los presentes al comenzar su alocución que no se retirará de la vida política tras la derrota del candidato oficialista, Daniel Scioli, quien también asistió al acto.
"No me voy a ir, tranquilos, siempre voy a estar con ustedes", señaló en su alocución.
El discurso de Fernández se produce un día después de la polémica reunión con su sucesor en quinta de Olivos, cita que fue catalogada por el propio Macri como una instancia que "no sirvió de mucho", dada la supuesta poca voluntad de la presidenta para una transición llevada en buenos términos.
Al referirse al balotaje del pasado domingo, la líder kirchnerista planteó: "La diferencia entre ambas fuerzas, porque son dos las que intervienen en un balotaje, fue muy escasa. ¿Si hubiera sido al revés, qué estaría pasando hoy en Argentina, hubieran reaccionado como hicimos nosotros con la grandeza y la comprensión y la vivencia democrática que debemos tener como argentinos?".
Más tarde recalcó que "a los 42 millones (de argentinos), que se queden tranquilos; nosotros no vamos a hacer las cosas que nos han hecho a nosotros. Este espacio político plural, cuyo uno de los principales componentes ha sido el peronismo, ha sufrido proscripciones. Entre las víctimas de aquel 2001 encuentren a alguien que no sea del pueblo..", continuó para afirmar: "Jamás se nos ocurriría afectar la gobernabilidad. Vamos a colaborar, no vamos a dejar nunca a un gobierno sin presupuesto como me tocó en el 2010".
Fernández también se dio un tiempo para referirse de manera indirecta a Mauricio Macri por su pasado ligado al mundo de los negocios: "Un país no es una empresa. Hay necesidades que deben ser cubiertas. El balance de un país es por cuántos argentinos quedan adentro y cuántos quedan afuera".
Antes de finalizar, Cristina dijo en tono de advertencia: "Si alguien quiere arrebatarle sus derechos, ahí estaremos".
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