Una mujer argentina, de 27 años, que era madre de un hijo de cuatro años y de un bebé recién nacido, murió 20 días después de haber dado a luz tras someterse a una cirugía de ligadura de trompas.
Los familiares de la fallecida llamada Geraldine Oro, denunciaron una mala praxis por parte del hospital Paroissien de la provincia de Mendoza, en donde la trasandina se sometió al procedimiento.
La joven madre pasó tres veces por el quirófano durante su estadía en el recinto médico, en donde estuvo tres días en terapia intensiva en coma inducido hasta que finalmente murió de un paro cardíaco, según informó Mendoza Post
La hermana de la víctima, Fernanda, contó que tras la ligadura de Geraldine todo había salido bien, pero que fue en la primera noche tras la intervención cuando empezó a sentir fuertes dolores y los puntos de la cirugía empezaron a sangrar. Ahí llamó a las enfermeras para contarles la situación a lo que ellas respondieron que "no era nada grave, que había quedado algo de grasa por algo punto sin suturar".
Al día siguiente, los dolores de la joven seguían y las funcionarias de la salud solo le pusieron una faja y luego le dieron el alta. Como era de esperarse los molestares continuaron y fue por ello que volvió a ir al hospital en donde "solo le sacaron sangre y la mandaron de vuelta", afirmó Fernanda.
Posteriormente, sufrió de fiebre y vómitos, por lo que fue llevaba a otro recinto médico, en donde un doctor les habría dicho que "Geraldine había sufrido una mala praxis", ya que le habían perforado el intestino haciendo una peritonitis y agravándose a una septicemia.
Finalmente fue el 14 de noviembre cuando la joven trasandina falleció y ahora los familiares denuncian al hospital Paroissien, recinto del cual aún no reciben ninguna respuesta.