En Siria, tanto rebeldes como Fuerzas Armadas utilizan menores como soldados e, incluso, escudos humanos.
Esa fue la denuncia que realizó este miércoles Save The Children, ONG que promueve los derechos de los niños.
La organización, presidida por la activista británica Eglantyne Jebb, precisó que tanto el Ejército Sirio Libre como las Fuerzas Armadas de Bashar Al Asad reclutan a niños y adolescentes como mensajeros, guardias, informantes o combatientes.
"Para muchos niños y su familia, es motivo de orgullo. Pero algunos son reclutados a la fuerza en operaciones militares y algunos, de sólo 8 años, fueron utilizados como escudos humanos", denunció la ONG.
Según Save the Children, al menos 17 infantes murieron desde el inicio del conflicto. La cifra no contempla a los que han acarreado discapacidades físicas producto de su participación en el enfrentamiento, enfatizó.
"Dos millones de niños atrapados en Siria son las víctimas inocentes", afirma la organización a dos años de iniciado el conflicto en el país árabe.
"(Los niños) se están viendo sin suficiente comida ni agua dentro de Siria, enfrentando traumas psicológicos y forzados a correr por sus vidas para conseguir seguridad en los países vecinos de Siria", agrega Save The Children, cuya red global de ONGs considera a más de 120 países.
El informe agrega que dichos menores, en algunos casos, tampoco tienen vivienda.
Además, tres cuartas partes de los entrevistados para el informe perdieron a algún cercano o familiar en la lucha.
"El informe muestra la situación catastrófica que están enfrentando los niños, tanto dentro de Siria como en los campos de refugiados en Jordania, Líbano y otros países del entorno", sostuvo el documento.
Save The Children exigió a ambos bandos del conflicto que autoricen el acceso a las zonas en guerra.
Además, pidió a los gobiernos extranjeros mantener su promesa de donar 1.500 millones de dólares para ayuda humanitaria.
"En un momento en el que millones de niños dentro de Siria y en toda la región ven su pasado y su futuro desaparecer entre los escombros y la destrucción de este conflicto prolongado, el riesgo de que se conviertan en una generación perdida crece cada día", ha dicho el director ejecutivo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Anthony Lake.
"Pedimos a todas las partes que permitan el acceso sin trabas a los niños afectados por la violencia, estén donde estén. Solo podemos dar respuesta a las crecientes necesidades que genera la crisis si recibimos la ayuda que necesitamos", agregó.
El 28 de noviembre de 2012, un doble atentado con coches bomba en una plaza de Jaramana acabó con muchos escolares que se dirigían a su escuela.
El 4 de diciembre de ese mismo año, un ataque contra un centro escolar ubicado en el campo de refugiados de Wafideen liquidó a otros 29 menores.
Los últimos días de 2012, un video en YouTube mostró a un adolescente decapitando con un machete a un prisionero maniatado.
Fotografía: Jonathan Hyams/Save the Children.