El mundo está alerta.
Solo faltan dos días para que Estados Unidos entre en 'default' (cese del pago de sus deudas) y por eso el Senado prepara un acuerdo que podría terminar con el conflicto político que mantiene a la potencia más importante del mundo con parte de su economía frenada.
En medio del conflicto que provocó el cierre del gobierno, los máximos líderes del Partido Republicano y Demócrata se reunieron para afinar un acuerdo que deje a ambas partes satisfechas.
Si bien no han realizado ningún anuncio oficial, los reportes de prensa recogen que los principales puntos a tratar serían los plazos para poner fin al problema.
Según indicaron medios locales, se cree que en las conversaciones ambos partidos habrían acordado poner fin al cierre parcial del Gobierno, optando por aumentar el techo de la deuda hasta mediados de febrero del próximo año. Esto, con el objetivo de que EE.UU. tenga el suficiente dinero para pagar sus deudas hasta esa fecha.
Se cree, además, que la administración tendría presupuesto para funcionar de manera normal hasta el 15 de enero.
Una vez saldados estos temas, las principales negociaciones para perpetuar este acuerdo estarían focalizadas en las pretensiones republicanas de frenar el plan de salud implementado por Barack Obama.
Respecto a este tema, los demócratas sólo habrían acordado aumentar la fiscalización respecto al nivel de renta de aquellos que son subvencionados por el Estado y, además, habrían logrado demorar el aumento de impuestos que deben pagar aquellos que ya están asegurados.
Las negociaciones, hasta el momento, habrían tomado un curso positivo, dejando atrás el tono confrontacional de los últimos días.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, y su contraparte republicana, Mitch McConnell, afirmaron estar esperanzados.
"Esperamos que con buena suerte (...) tal vez mañana (martes) sea un buen día", agregó Reid, insinuando un posible anuncio para el martes de un acuerdo bipartidista en el Senado.
McConnell, quien ha sido un crítico feroz de Reid durante todo el año, mostró una sonrisa en su rostro y entregó palabras optimistas. "Tuvimos un buen día", declaró sobre su trabajo con Reid.
Este 17 de octubre, EE.UU. alcanza el nivel máximo de su endeudamiento, por lo que si el Congreso no aprueba un aumento del techo de su deuda, no podría afrontar sus compromisos crediticios.
De no ser así, entraría en default y eso no sólo perjudicaría a su economía local, si no que crearía una inestabilidad financiera que afectaría a todo el mundo.
Un default podría probablemente producirse el 1 de noviembre, ya que el Tesoro no tendría suficientes ingresos impositivos para cubrir los pagos de intereses, beneficios por retiros y otras obligaciones.