Dan Dumitru Zamfirescu era, hasta la pasada semana, un eurodiputado más. Totalmente desconocido para el público europeo en general. Un político casi anónimo, miembro de ese estamento que rige el viejo continente, el Parlamento Europeo.
Pero esta semana, un reportaje de la publicación alemana Der Spiegel ha puesto en evidencia el trabajo de este representante rumano. Zamfirescu siempre vota sí, y sólo sí, a cada enmienda y cada ley en cada votación a la que asiste. Aprueba todos los proyectos de ley sin distinción, aunque no tenga ni idea de cuál es el argumento que se está tratando.
Así lo hizo la última vez que se presentó en el Parlamento Europeo, el pasado 8 de octubre, dando un voto positivo a 63 enmiendas sobre el tabaco.
Este diputado es un ex oficial de la policía secreta de su país, en la que hizo carrera durante la dictadura de Ceausescu. Dan Dumitru es actualmente miembro del partido de extrema derecha Rômania Mare (Partido de la Gran Rumanía) y un "jubiliado", que no tiene mas ingresos que su trabajo como político europeo.
Der Spiegel revela, además, que en las 541 votaciones a las que ha asistido este ultranacionalista rumano, nunca ha votado no. Por si fuera poco, Dan Dumitru Zamfirescu nunca ha tomado la palabra en un pleno europeo, ni ha realizado ninguna pregunta y tampoco ha presentado ninguna enmienda. Nada. Su trabajo se limita a votas que sí.
Algunos de sus colegas europarlamentarios denuncian que su objetivo es el poder y el dinero fácil, pero no realizar ninguna labor por el ciudadano europeo o rumano.
El eurodiputado austriaco Martin Ehrenhauser, quien ha señalado varios abusos en la UE asegura que "cualquier persona que vota de forma aleatoria y sin ética no está tomando en serio sus responsabilidades como político electo".
El salario base que recibe un eurodiputados es de 8.000 euros (unos 5,5 millones de pesos). Pero pueden aumentar esta cifra gracias a varios generosos bonos. Así, si acuden a una sesión parlamentaria, ganan 152 euros (unos 105 mil pesos). Si se participa en al menos la mitad de las votaciones tienen derecho a otros 152 euros al día más.
No es la primera vez que una actuación sospechosa de un eurodiputado pone en cuestión a toda la institución. Hace unos meses, una televisión destapaba como otro eurodiputado italiano sólo se presentaba en la sede para fichar y poder cobrar así el bono por asistencia.