En febrero del 2013, el mundo se conmocionó tras conocerse que el actual Papa Benedicto XVI se retiraba de su puesto.
Casi dos semanas después, el Cónclave de Cardenales eligió al argentino Jorge Mario Bergoglio como su sucesor, asumiendo el cargo bajo el nombre de Francisco.
No han sido muchas las apariciones públicas del Papa emérito, pero este domingo ambos representantes de la Iglesia Católica volvieron a reunirse en El Vaticano.
El Papa Francisco invitó a cerca de 40.000 adultos mayores a la Plaza de San Pedro en la Santa Sede, todo esto en el marco de la celebración de la "Fiesta de los Abuelos".
La cita no sólo se destacó por la amplia presencia en la plaza, sino que también por la reunión sin precedentes entre el Papa Francisco y su antecesor.
"He dicho siempre que me gustaba mucho que él habitase aquí, en el Vaticano, porque era como tener al abuelo sabio en casa", manifestó el actual pontífice mientras agradecía la presencia del Ratzinger.
El pontífice, pidió durante su discurso, que las residencias de los ancianos sean "realmente casas y no prisiones" y afirmó que "no pueden existir centros donde los ancianos vivan olvidados y escondidos".
"Las residencias deben ser pulmones de humanidad en un país, en un barrio o en una parroquia. Deben ser santuarios de humanidad donde quien es viejo y débil es cuidado como un hermano mayor", agregó.
La ceremonia contó con la participación de cantantes como Andrea Bocelli, Massimo Raineri y Claudio Baglioni, así como también testimonio de familias asistentes.