"Una no es ninguna" habrán pensado algunos, luego de enterarse que durante la apelación del caso de la agrupación rusa, Pussy Riot, el juez a cargo decidió poner en libertad sólo a una de las integrantes de la agrupación que fue detenida el pasado mes de agosto, luego de interpretar una canción en contra del presidente Vladimir Putin en la Catedral Ortodoxa de Moscú.
Yekaterina Samutsevich fue puesta en libertad condicional por el tribunal, luego que los jueces aceptaran los argumentos presentados por la joven, quien dijo que no alcanzó a participar de la presentación en la catedral, debido a que los guardias impidieron que lo hiciera. Además, reclamó irregularidades durante su detención.
Maria Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova, las otras dos integrantes de la banda que fueron detenidas en agosto, no obtuvieron el beneficio y continuarán recluidas luego de haber sido culpadas de "gamberrismo por odio religioso".