El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no atraviesa tiempos tranquilos a la cabeza del país norteamericano. Sus últimas polémicas relacionadas con Rusia han terminado por colmar la paciencia de sectores opositores e incluso, de personeros republicanos que lo apoyaban.
Es así como lentamente ha ido apareciendo el fantasma del "impeachment" en su contra, una idea que surge a raíz de la supuesta "obstrucción a la justicia" que habría realizado el mandatario al supuestamente ordenar cerrar una investigación relacionada del FBI.
En ese marco, el congresista demócrata por Texas, Al Green, se convirtió en el primer integrante de la Cámara de Representantes en pedir que se someta al jefe de Estado al "impeachment" o juicio político, algo que solo ha ocurrido dos veces en la historia de la potencia norteamericana, y que en una de esas ocasiones terminó presionando tanto a Richard Nixon por el escándalo Watergate, quien optó por dimitir antes de conocer el fallo.
"Hoy me levanto para pedir impeachment contra el presidente de Estados Unidos por obstrucción a la justicia", anunció el legislador. La acusación hace alusión al despido del director del FBI, James Comey, y a las recientes revelaciones del New York Times en cuanto a que Trump habría presionado para detener la investigación de los nexos de su equipo de campaña con el Kremlin.
El posible juicio político necesita el apoyo de 2/3 del Senado para aprobar una eventual destitución del Presidente Trump. No obstante, aunque ambas cámaras son de mayoría republicana, el congresista de eese bloque, Justin Amash, también se mostró hoy a favor de abrir un proceso de destitución.
Amash contestó afirmativamente cuando la prensa le preguntó en el Capitolio de Washington sobre si sería necesario abrir el proceso.
PUTIN PROPONE REVELAR CONVERSACIÓN ENTRE TRUMP Y LAVROV
Por su parte, Vladimir Putin se burló abiertamente este miércoles del escándalo en Estados Unidos a causa de este tema y propuso revelar la transcripción de la conversación.
El presidente ruso habló así por primera vez desde que estalló el escándalo que amenaza con complicar las relaciones entre Washington y sus aliados.
En una conferencia de prensa en Sochi (sur de Rusia) junto al primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, Putin mezcló ironía y críticas para evocar el escándalo en Estados Unidos.
En un primer momento bromeó al prometer una "amonestación a su ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov, porque "no compartió sus informaciones secretas" con él o con los servicios secretos rusos, lo que provocó la risa del propio Lavrov y de responsables rusos.
Luego, más seriamente, anunció que "si la administración estadounidense lo autoriza, estamos dispuestos a proveer la grabación de la conversación entre Lavrov y Trump al Congreso y al Senado estadounidenses".
Apenas terminó la conferencia de prensa, el consejero del Kremlin, Yuri Ushakov, citado por las agencias rusas, precisó que no se trataba de una "grabación de audio", sino de una transcripción "hecha por una persona especial que está presente en las entrevistas" de este tipo.