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Matrimonio infantil es legal en Estados Unidos: Hay 250 mil casos documentados

En teoría, si un hombre de 65 quiere casarse con una niña de 5, 10 o 12 años, puede hacerlo en gran parte del país.

24Horas.cl TVN

Domingo 4 de marzo de 2018

Estadounidenses reaccionaron con indignación y rabia en pleno centro de Nueva York tras un experimento social. Nadie pudo quedar indiferente a lo que a todas luces era el matrimonio entre una niña y un hombre de 65 años.

Lo que ninguna de aquellas personas jamás imaginó es que este experimento refleja una realidad oculta en Estados Unidos. Sólo entre los años 2000 y 2010, 250 mil niñas fueron casadas en este país, la mayoría con hombres mayores de edad.

Todas esas uniones fueron totalmente legales.

En teoría, si un hombre de 65 quiere casarse con una niña de 5, 10 o 12 años, puede hacerlo en gran parte del país, porque la ley de 27 estados no establece edad mínima para contraer matrimonio. El resto contempla excepciones para permitirlo en menores de 18 años, una de ellas es la autorización de los padres.

Ningún rincón de Estados Unidos prohíbe el matrimonio infantil bajo cualquier condición. Esa es la lucha que mueve ahora a decenas de mujeres.

Sherry Johnson, de 58 años, es una de las activistas en contra del matrimonio infantil. Sabe que, en suelo estadounidense, esto no es cosa del pasado.

 

El estado de Florida podría transformarse en marzo en el primero en restringir las uniones legales de menores de edad, pero la batalla no ha sido fácil.

Es cierto que la mayoría de los casos se dan en entornos religiosos, pero no son todos. Hay familias que optan por impulsar el matrimonio de sus niñas pensando en un mejor futuro económico para ellas, o para encubrir un embarazo adolescente. Lo que no saben es que la mayoría de las veces legalizan los abusos de un pedófilo.

Quienes son sometidas al matrimonio infantil tienen más riesgos de padecer trastornos siquiátricos, de abandonar la escuela secundaria y vivir en la pobreza. Son tres veces más propensas a convertirse en víctimas de violencia doméstica y, aún así, parte de los legisladores estadounidenses no les parece urgente prohibirlo.

La guerra de estas mujeres continuará. Su batalla, por ahora, es abrir los ojos de los estadounidenses para que vean que esta realidad está mucho más cerca de lo que todos creen.