Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han llegado a un acuerdo político unánime para incluir a la rama militar del partido milicia chií libanés Hezbolá en su lista de organizaciones terroristas en respuesta a su implicación en el atentado de Burgas (Bulgaria) en 2012.
"La UE acepta la verdad sobre la rama militar de Hezbolá, pero la cooperación con las fuerzas políticas libanesas continuará. También lo hará la ayuda de la UE", ha explicado el ministro de Exteriores lituano, Linas Linkevicius, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE.
Los ministros de Exteriores de la UE han pactado una declaración que deja claro que su decisión de incluir a la rama militar de Hezbolá "no impide el diálogo político con todas las fuerzas políticas de Líbano y segundo que no impide ninguna operación financiera con el Gobierno de Líbano", han explicado fuentes diplomáticas.
Los Veintiocho han acordado además, a petición de República Checa, uno de los países más reticentes a dar el paso junto con Malta e Irlanda, revisar en un plazo de seis meses la decisión, algo que es "habitual" en estos casos.
Reino Unido, que ya designa desde 2008 a la rama militar de Hezbolá como organización terrorista, reclamó el pasado mes al resto de países de la UE dar este paso en respuesta a su implicación en el atentado de Burgas (Bulgaria) en el que fallecieron cinco turistas israelíes y un búlgaro el 18 de junio de 2012 y por la condena a cuatro años de cárcel en marzo del sueco de origen libanés Hossam Taleb Yaccoub por un delito de conspiración para atentar contra los intereses de Israel.
Reino Unido, Francia, Alemania, Países Bajos y Portugal son los Estados miembros que se han expresado de forma "más positiva" sobre la necesidad de incluir a la rama militar de Hezbolá en la lista de organizaciones terroristas de la UE.
En cambio, Italia, Irlanda, Malta, Finlandia, Croacia, Suecia, Austria y Eslovania "han expresado sus dudas, en mayor o menor medida" pero "nadie quería bloquear" el consenso y entendían "la necesidad de unidad" en el seno de la UE, según las mismas fuentes.
El ministro de Exteriores holandés, Frans Timmermans, cuyo país ya designa como organización terrorista tanto a la rama militar como a la política de Hezbolá, ha considerado "bueno que la UE haya decidido llamar a Hezbolá lo que es: una organización terrorista".
"Hemos tomado este paso importante hoy. Abordando la rama militar de Hezbolá, la congelación de sus activos, obstaculizamos su recaudación de fondos y así limitamos su capacidad para actuar", ha explicado en los márgenes de la reunión de los Veintiocho tras la decisión.
Todas las organizaciones y personas incluidas en la lista tienen todos sus fondos, activos financieros y otros recursos económicos congelados en la UE y se prohíbe facilitarles ningún tipo de fondos ni recursos económicos, ni de forma directa ni indirecta, aunque existen excepciones por motivos humanitarios y están sometidos a un mayor control.
La UE se ha resistido años a designar a Hezbolá como una organización terrorista pese a la presión de Estados Unidos e Israel por su temor a que desestabilizara el siempre frágil Líbano, dado su peso en el Gobierno.
Países como Francia, uno de los tradicionalmente más opuestos a este paso, cambió de opinión por la creciente implicación de Hezbolá en el conflicto sirio, según fuentes diplomáticas. Bulgaria ha dejado claro que no hay dudas sobre la implicación de Hezbolá en el atentado de Burgas.