Definitivamente fue un mal chiste. Y es que a uno de los los pasajeros que transitaba por el Aeropuerto de Alaska en Estados Unidos, no se lo ocurrió nada más ingenioso que decir que trasladaba una bomba en su bolso, desatando así todo un operativo de seguridad.
Pero cuando Peter Friesemaque, responsable de la broma, se dio cuenta de lo que había provocado, aclaró que todo se había tratado de una broma.
Sin embargo, la policía del Aeropuerto Internacional Ted Stevens de Anchorage, de todas puso en funcionamiento el procedimiento establecido en caso de emergencia de aviso de bomba y decidió evacuar el recinto.
De nada le sirvió a Friesemaque pedir disculpas por le mal rato, el sujeto terminó siendo arrestado, acusado de amenaza terrorista y de provocar desorden público.
El sujeto terminó siendo trasladado hasta el complejo correccional de Anchorage con derecho a pago de fianza de 5.000 dólares.