Tres días de movilizaciones llevaban los mineros boliviano en Panduro cuando secuestraron al viceministro del Interior, Rodolfo Illanes, y lo mataron a golpes.
'El había ido allá para convencer y dialogar... lo secuestran, torturan y lo matan. Es imperdonable', dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien acusó además una conspiración política tras el hecho.
Para el ex embajador Samuel Fernández, el mandatario "está aprovechando, de mala manera, lo que ha sido una tragedia. Lo que ha sucedido es algo verdaderamente inexplicable. Que se capture a un viceministro, se le secuestra, se le pega y muere, es una situación que se descontroló".
En también analista político explica que este grupo de trabajadores ha sido, históricamente, violento. Otras veces a utilizado explosiones con dinamita para protestar.
Respecto a la conspiración denunciada por Morales, Samuel Fernández señala que este grupo siempre ha sido partidario de Morales, sin embargo, ahora es un sector desencantado por el incumplimiento de las promesas realizadas por el mandatario.
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