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Ex jefe de campaña de Trump estará con arresto domiciliario por caso de colusión con Rusia

Paul Manafort fue inculpado por el fiscal especial que investiga la alegada colusión del comité de campaña de Trump con Rusia en las elecciones de 2016.

Agencia AFP

© Reuters

Lunes 30 de octubre de 2017

Paul Manafort, ex jefe de campaña electoral de Donald Trump e inculpado por conspiración y lavado de dinero, deberá permanecer en arresto domiciliario, determinó este lunes una jueza federal de Washington, quien también le impuso una fianza de 10 millones de dólares.

De acuerdo con informaciones del tribunal un asociado de Manafort, Rick Gates, quien también fue inculpado, deberá permanecer igualmente en arresto domiciliario, luego de pagar una fianza de cinco millones de dólares.

Los dos fueron inculpados por el fiscal especial que investiga la alegada colusión del comité de campaña de Trump con Rusia en las elecciones de 2016.

Lo que se sabe de la presunta conspiración rusa en EE.UU.

Conspiración contra Estados Unidos: ese es el cargo que se le imputó al exjefe de campaña del presidente Donald Trump en el marco del caso sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016.

Aunque no hay duda de la participación de Moscú en la carrera electoral, es incierto si hubo colusión entre el equipo de campaña de Trump y los rusos. Y eso es lo que la investigación del fiscal especial Robert Mueller busca determinar.

Esto es lo que se sabe hasta ahora.

Génesis del caso:

Las agencias de inteligencia de Estados Unidos informaron en octubre de 2016 -un mes antes de la elección- que Rusia habría pirateado y difundido correos electrónicos de asesores de la candidata demócrata Hillary Clinton con el fin de desacreditarla.

A pocos días de entregar el poder, Barack Obama anunció el 29 de diciembre sanciones contra Moscú y la expulsión de 35 diplomáticos rusos.

El 6 de enero, informes de inteligencia estadounidense indicaron que el presidente ruso Vladimir Putin estaba detrás de la interferencia.

 

Investigaciones y renuncias:

El Departamento de Justicia de Estados Unidos, el FBI y las agencias de inteligencia investigan el caso, en paralelo a comités de la Cámara de Representantes y del Senado adelantan sus propias pesquisas.

Estas investigaciones convergen rápidamente en el séquito de Trump y menos de un mes después de asumir la oficina Oval, su asesor de seguridad, Michael Flynn, debió renunciar el 13 de febrero, tras mentirle al vicepresidente Mike Pence sobre discusiones que sostuvo con el embajador ruso en Washington, Serguei Kisliak.

Paul Manafort, el exjefe de campaña ahora imputado, renunció antes de las elecciones. Exconsejero del expresidente de Ucrania Viktor Yanukovych, salió de la campaña luego que las autoridades ucranianas revelaran que el cabildero había recibido un pago de 12,7 millones de dólares de un dirigente pro-ruso.

 

Despido del jefe del FBI:

James Comey fue repentinamente de la jefatura del FBI el 9 de mayo por Trump, molesto con la dirección que había tomado una investigación que llevaba la policía federal sobre contactos entre miembros del equipo de campaña del republicano y los rusos.

En una audiencia en el Senado, semanas más tarde, Comey dijo que recibió presiones de la Casa Blanca, que el presidente le exigió "lealtad" y que abandonara parte de la investigación contra Flynn.

Comey igualmente admitió que filtró a la prensa en mayo información sobre que reuniones con el presidente que habría grabado.

 

Nombran al fiscal especial:

El 17 de mayo, Robert Mueller, que fue director del FBI entre 2001 y 2013, es nombrado fiscal especial encargado de la investigación, con poderes ampliados y mayor independencia.

Fue designado por el número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, luego que el titular de la cartera, el fiscal general Jeff Sessions, se recusara tras omitir mencionar reuniones con el embajador Kisliak.

Rosenstein indicó que el nombramiento de Mueller respondía a "circunstancias particulares" y "de interés público".

Google, Facebook, Twitter, a declarar:

Las dos cámaras del Congreso, que mantienen sus propias investigaciones, llamaron a ejecutivos de las gigantes Google, Facebook y Twitter a prestar testimonio el 1 de noviembre para determinar si las redes sociales fueron usadas para influir en el resultado de la elección.

Las tres empresas informaron que hallaron en sus plataformas contenidos financiados por intereses rusos para propagar informaciones falsas y manipular a la opinión pública.

 

Primeras imputaciones:

Mueller imputó el lunes a tres miembros del equipo de campaña de Trump.

Manafort y su socio Richard Gates fueron acusados con 12 cargos, incluidos conspiración contra Estados Unidos, lavado de dinero, tergiversación y no declaración de cuentas en el exterior.

Ambos se declararon no culpables.

George Papadopoulos, otro asesor de la campaña, se declaró culpable de mentir sobre los lazos de la campaña electoral con Rusia.

¿Conspiración?

Si existen vínculos o relaciones entre miembros de la campaña de Trump y Rusia, o una conspiración directa para influir en la elección presidencial está lejos de ser probada.

"¡No hay COLUSIÓN!", escribió Trump este lunes en Twiiter. El magnate devenido presidente denunció una "caza de brujas" destinada a desviar la atención de las faltas de su rival demócrata.