A siete años de cárcel fue condenado un hombre en el Reino Unido luego de atacar a su vecino mordiendo su entrepierna luego que éste le pidiera que bajara el volumen de su consola Xbox.
Jason Martin, de 41 años, decidió terminar la discusión abalanzándose sobre su vecino. La policía señaló en el juicio que todavía tenía restos de sangre en su boca cuando fue detenido.
"Fue sólo un pequeño mordisco. Sólo agarré un área, no me di cuenta en ese momento que eran sus testículos", dijo Martin en la corte de Canterbury Crown.
En el juicio finalizado este semana también se informó que el vecino del acusado fue operado para tratar las lesiones en sus genitales, pero sufrió dolores "insoportables", señala el Daily Mirror.
La jueza Adele Williams sostuvo que Jason Martin nunca mostró remordimiento por sus hechos y que su único propósito fue causar el mayor dolor posible a su víctima.
"También intentó humillarlo al moder su pene y testículos", sostuvo.
Martin deberá cumplir también un año extra de cárcel por conducción peligrosa bajo fianza.