El gigante energético estatal chino Sinopec Group venderá la mayoría de sus hoteles para finales del 2017 y reducirá en más de 4.000 la cifra de vehículos que opera, como parte de los esfuerzos para erradicar la corrupción y el despilfarro.
Desde el nombramiento del presidente Xi Jinping en 2013, Pekín ha adoptado medidas enérgicas contra la corrupción oficial en China, donde la ostentación de la riqueza personal y el derroche en el gasto público han llevado a la crítica generalizada del gobernante Partido Comunista.
Los grandes conglomerados de propiedad estatal han sido objeto de atención particular, y varios ejecutivos o ex ejecutivos de alto rango de Sinopec han sido investigados o encarcelados. Sinopec Group es la matriz de Sinopec Corp, la mayor refinería de petróleo de Asia.
En un comunicado difundido por la Comisión Central de Control Disciplinario del Partido Comunista, Sinopec dijo que la última inspección por parte de los equipos de lucha contra la corrupción había sido muy eficaces en la erradicación de problemas.
"Se ha dado en el clavo, captando la esencia y el meollo (del asunto), lo que nos ha ayudado a encontrar la raíz de la enfermedad", sostuvo.
Como parte de los esfuerzos de la firma para controlar el gasto, todos los hoteles que administra serán vendidos para finales del 2017, excepto un "pequeño número" que son competitivos o se encuentran en áreas de exploración donde no hay otros hoteles, dijo.
El número de vehículos que la empresa opera también se reducirá en 4.300, agregó, una decisión en línea con otras organizaciones y departamentos administrados por el Gobierno.
Fuente y foto: Reuters
