Luego de siete años de gobierno y con reiteradas críticas de la oposición y organismos internacionales, la Casa Rosada reconoció por primera vez que Argentina sufre una alta inflación tras presentar el nuevo índice de precios al consumidor urbano (IPC-NU).
El informe elaborado bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que la inflación aumentó un 3,7% en enero respecto del mes anterior, lo que representa la mayor alza mensual en los últimos 12 años.
Por primera vez la cifra oficial no estuvo tan lejos de las proyectadas por economistas privados, que esperaban un alza entre 4,6% y 5,6%, y se distanció radicalmente de la informada en diciembre cuando se entregó un aumento de sólo 0,9% en los precios.
"Es un número creíble, incluso para los privados. Es un primer aporte para recomponer la confianza en las estadísticas públicas", señaló a La Nación el economista Ramiro Castiñeira.
Los nuevos datos fueron presentados por el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien reconoció que la cifra se había transformado en "una cuestión polémica", aunque no admitió responsabilidad del gobierno y apuntó a los privados que presentaban índices "con fuerte contenido político y escasísimo rigor".
Kicillof indicó este viernes a radio Del Plata que se estudiará la posibilidad de aumentar las tarifas de los servicios públicos por la reducción de subsidios tras presentar la inflación y descartó de plano la posibilidad de recortar el gasto público.