Estuvo a punto de provocar una tragedia. Pero, finalmente, sólo produjo daños materiales.
Un accidente en una fábrica rusa fue captado por uno de sus operarios. Uno de sus contenedores de metal fundido, a alta temperatura, explotó y en poco tiempo comenzó a regar la planta con el material incandescente.
Las chispas con el metal caliente salen disparadas en todas direcciones. La situación se descontrola, mientras que los trabajadores tratan de resguardarse por los pasillos de la fábrica, sin saber exactamente qué hacer.
Las imágenes fueron publicadas en internet el 31 de diciembre de 2013 y en los últimos días se ha viralizado por redes sociales.
Tras el accidente, el establecimiento tuvo que cerrar sus puertas ya que le fue imposible volver a reactivar sus maquinarias. Hasta el momento no se han reportado heridos por el incidente.