Era una boda típica del Estados Unidos más profundo. Tan típica que, además de un novio con sombrero de vaquero y botas, un tornado apareció en el horizonte de la ceremonia, mientras el padre daba las bendiciones finales.
Lo más impresionante es que ni la novia, ni los familiares y ni si quiera el sacerdote corrieron a buscar refugio. Todos continuaron con la celebración como si nada pasara. Aplaudieron a la feliz pareja y filmaron el fenómeno climático que, según la descripción del video, estaba a unos seis kilómetros de distancia.
Esa zona del país está tan acostumbrada a estos eventos, que lo que podría haber sido la peor pesadilla de cualquier novia, se convirtió en un espectáculo que embelleció la ceremonia.