Un incendio de grandes proporciones ha dejado al menos 55 muertos en la provincia de Jilin, al norte de China.
Las llamas afectaron a una planta avícola que tenía en su interior a más de 300 trabajadores, según la agencia de noticias Xinhua sólo un centenar logró escapar, por lo que las víctimas fatales podría aumentar.
El incendio se inició a las 06.06 horas locales en la planta de la empresa Jilin Baoyuanfeng, en la localidad de Mishazi, detallaron los bomberos.
Asimismo explicaron que la infraestructura interior del edificio prefabricado y sus angostas puertas de salida dificultan las labores de ayuda.
El fuego se habría originado por la explosión de una de sus calderas, lo que aún no ha sido confirmado.