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Indignados palestinos

El presidente palestino Mahmud Abbas bautizó las protestas como "La primavera árabe palestina".

Daniela Toro

Viernes 7 de septiembre de 2012

Continúan las manifestaciones en Cisjordania. Miles de palestinos han salido durante los tres últimos días a las calles y plazas de Hebrón, Jenín, Nablús y Ramala para protestar por la subida de precio de los alimentos y la gasolina.

La culpa la atribuyen a Primer Ministro Palestino y arquitecto de la política económica, Salam Fayad, quien señaló a la prensa de ese país que está dispuesto a dimitir si eso contribuye a mejorar la situación.

Por su parte, el presidente palestino Mahmud Abbas bautizó las protestas como "La primavera árabe palestina", según anunció esta semana en El Cairo durante una reunión de la liga árabe y añadió que “las demandas son adecuadas y justas”. En efecto, los propios palestinos gritan consignas como "¡El pueblo quiere derribar el régimen!", durante las protestas.

Si termina por prender la ira en los territorios palestinos, se convertiría en la primera primavera árabe presuntamente instigada y bendecida por sus gobernantes.

 

QUIEBRES POLÍTICOS

El apoyo de Abbas a las protestas de la población contra Fayad es para algunos un reflejo de las luchas de poder que consumen a la autoridad palestina.

Fayad es un antiguo gestor del Fondo Monetario Internacional, que cuenta con el apoyo de las potencias occidentales y no forma parte del núcleo duro del partido gubernamental Al Fatah.

Por su parte, Nabil Saath, hombre de peso en Al Fatah se desmarca del cerco a Fayad y aunque dice comprender el enfado de los manifestantes “por que no hay esperanza de un proceso de paz”, cree que “se equivocan de enemigo”.

“Somos pobres porque estamos bajo ocupación israelí. Por que confiscan nuestras tierras y consumen el 85% de nuestra agua. Por que no podemos comprar combustible a nuestros países vecinos y tenemos que pagar precios desorbitados”, explicó a El País.

 

DESCONTENTO Y FRUSTRACIÓN

Al margen de los cercos políticos, el ambiente en Palestina es muy tenso. En Ramala, un grupo de jóvenes gritaba consignas en contra de Fayad ayer jueves en la céntrica plaza de Al Manara “¡Fayad vete, vete!”.

Lith Kanan, uno de los manifestantes de 19 años, explica que está en el paro y que su padre, obrero de la construcción no puede permitirse pagarle estudios universitarios. “Quiero trabajo, quiero estudiar. Vendré aquí cada día a protestar hasta que consiga que dimita Fayad”, indicó.

Cabe recordar que la crisis financiera ha provocado un gran descenso de las contribuciones de los países occidentales y de los árabes al Gobierno de la autoridad palestina, cuya economía sobrevive  gracias a la asistencia tradicional.