En Inglaterra ocurrió un nuevo caso de abuso de una profesora con un alumno menor de edad. En esta oportunidad, la protagonista tiene 30 años y se llama Kay Hollingsworth.
La docente fue expulsada de la escuela primaria donde trabajaba luego de comprobarse que le enviaba sugerentes mensajes sexuales a uno de sus estudiantes de apenas 11 años de edad. Las insinuaciones ocurrían a través de Instagram.
Uno de los textos que le envió al menor decía que estaba "soltera y lista para pervertirse".
Incluso las autoridades constataron que también envió mensajes "inapropiados" a otro niño de seis años en la escuela primaria de Notley Green, en el condado de Essex.
En la serie de mensajes que envió al niño de 11 años de edad, ella le escribió: "Estoy a punto de tomarme una ducha para que me imagines" y "puedes mantenerte pensando en lo sensual que soy".
El padre de la ahora ex docente dijo que su hija sentía "remordimiento" por lo que había hecho. De igual forma, aseguró que la mujer no tenía ninguna intención de volver a una carrera en la educación y quería "seguir adelante con su vida" después de "trazar una línea en la arena sobre el incidente".
Pero hay más ancedentes. En noviembre de 2014, la madre de una de sus antiguas alumnas llamó a la escuela preocupada acerca de las conversaciones entre ellos a través de Instagram, en la que hablaban sobre tomar una ducha juntas y romper con un antiguo amante.
En la oportunidad, el director habló con la señorita Hollingsworth y ella aceptó terminar ese vínculo de amistad.
Posteriormente, en enero del año pasado, los padres de un alumno fueron a la escuela con capturas de pantalla de los mensajes enviados por Instagram entre la señorita Hollingsworth y su hijo, que estaba en sexto año en ese momento.
En definitiva, Hollingsworth quedó finalmente con prohibición indefinida para ejercer como profesora de menores de edad, pero puede apelar al Tribunal Supremo después de dos años para que se le permita de nuevo ejercer la profesión.