El primer ministro iraquí, Nouri al Maliki, obtuvo la mayoría de los escaños parlamentarios en las elecciones nacionales celebradas el mes pasado, lo que implica un revés para los rivales chiitas, sunitas y kurdos que se oponían a que ejerciera un tercer mandato.
Los resultados preliminares mostraron el lunes que Maliki ganó al menos 93 escaños, más que sus dos principales rivales chiitas, el movimiento del clérigo radical Muqtada al Sadr, que obtuvo 28 bancas, y el Consejo Islámico Supremo de Irak, que logró 29.
Le envergadura de la victoria de Maliki, con 1.074.000 votos en Bagdad solamente, hará más difícil para cualquiera de sus oponentes argumentar que no es la opción de la mayoría chiita del país.
Esto es particularmente importante para él, puesto que está librando una guerra con grupos sunitas, incluyendo el Estado Islámico de Irak y el Levante, que mantiene territorio tomado en Siria y tiene el control de partes del centro iraquí.
Se espera que los resultados finales se conozcan en las próximas semanas, después de que la comisión electoral dictamine sobre denuncias de fraude electoral y otras irregularidades. La corte federal luego certifica los resultados finales.
"La posición de Maliki es fuerte", dijo el ex consejero de Seguridad Nacional Mowafal al Rubaie, candidato de la lista política del mandatario, quien enfatizó la experiencia de Maliki como comandante en jefe.
"Debido a la polarización regional y de Siria, la seguridad será muy importante en los próximos cuatro años", agregó.
Maliki ahora comenzará un período de negociación para ver si puede sumar a sus rivales chiitas, quien han rechazado su candidatura.
Fuente y foto: Reuters