Tras la muerte de dos menores de cinco y 10 años a manos de sus padres, el gobierno de Japón revisará la normativa vigente que previene el abuso infantil, ya que en esta no queda estipulado claramente el castigo corporal.
La actual normativa solamente indica que los padres o tutores legales de los niños deben "tener consideración para ejercitar de forma apropiada su autoridad a la hora de imponer disciplina".
El gobierno nipón busca que esta revisión refuerce la autoridad de los centros sociales de protección de menores, para agilizar la retirada de custodia de padres maltratadores.
En 2018 se investigó una cifra récord, registrando 80.104 casos de supuestos maltratos y abusos sexuales a menores, según detalla la Agencia Nacional de Policía.
Estas cifras llamaron la atención del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, quienes manifestaron su preocupación por el "alto nivel de violencia, explotación y abusos sexuales contra los niños".
Por lo que recomendaron e hicieron un llamado al país asiático en habilitar medidas más efectivas para que las víctimas puedan denunciar.