La ciudad china de Shangai ha sufrido una transformación vertiginosa en las últimas décadas. Un desarrollo urbanístico feroz que ha transformado a esta urbe en una megaciudad futurista con los mayores rascacielos del mundo.
La ciudad crece a una tasa del 12% anual, superando al ya de por sí buen promedio chino. La velocidad del crecimiento económico ha generado un boom de consumo e inmobiliario entre sus habitantes, que ha transformado a la ciudad en la "Nueva York de Oriente".
El ejemplo más evidente de este crecimiento se observa en el perfil de la zona de Pudong, el distrito financiero de la ciudad.
Dos imágenes con la misma perspectiva, una tomada en 1987, y otra en la actualidad, muestran la radical transformación, y el cambio del skyline.
En sólo 26 años, Shangai ha dejado atrás las construcciones de principios del siglo XX, para dar paso a algunos de los más modernos edificios del mundo. Los habitantes de esta ciudad pasean ahora bajo la sombra de moles como el Shangai World Finantial Center o la Shanghai Tower, aún en construcción, que será el rascacielos más alto de China, con 632 metros de altura.
En este .gif animado puedes observar ambas imágenes y comprobar la espectacular transformación.
CONSECUENCIAS
Esta espectacular metamorfosis ha tenido también sus efectos adversos. La necesidad de terrenos para la construcción y el crecimiento de la ciudad ha venido acompañado de grandes desplazamientos humanos. Según la BBC, más de un millón de hogares fueron trasladados a los suburbios, para otorgar más espacio para las gigantes construcciones en el centro de la ciudad.
El crecimiento y la construcción han atraído a millones de personas. Cuando fue tomada la primera imagen, la población de la ciudad no superaba los 11 millones de personas. En la actualidad, con 23 millones, Shangai es una de las ciudades más habitadas del planeta.
Esta enorme masa poblacional ha generado dificultades en el acceso a la salud y a la educación, con problemas de infraestructura y de comunicaciones.
Además del impacto social que provoca, este desarrollo afecta de manera directa al medio ambiente. No existen espacios verdes ni bosques. Ciudades dormitorio crecen a su alrededor.
El aire en Shangai se ha vuelto irrespirable. China es considerada ya el mayor emisor mundial de dióxido de carbono, y la mayor parte proviene del cordón industrial que rodea a Shangai.
