En un intento por concienciar sobre la importancia de los servicios básicos de saneamiento, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), aprobó una resolución que designa el 19 noviembre Día Mundial del Inodoro.
Varias organizaciones internacionales y sociedades civiles celebran desde 2001 este día, que ahora ya será reconocido oficialmente por la ONU.
"A pesar de los progresos que se están haciendo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), uno de cada tres personas no tiene acceso a inodoro", señaló el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, en un comunicado.
La ONU se mostró preocupada por el lento e insuficiente progreso en la labor de proporcionar acceso a los servicios básicos de saneamiento en todo el mundo. Un reciente informe de 2012 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Mundial de la Salud, señala que 2.500 millones de personas siguen careciendo de saneamiento básico.
La mejora en el acceso a la higiene básica es unos de los ocho objetivos en los que menos se avanzó en el mundo, teniendo en cuenta que la meta propuesta es reducir a la mitad el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible a agua potable y a servicios básicos de saneamiento para 2015.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, unas 7.500 personas mueren a diario por falta de saneamiento, de los cuales 5.000 son menores de cinco años, y cada año se pierden 272 millones de días de escuela por enfermedades causadas por la contaminación del agua.
De los 7.000 millones de habitantes que tiene el planeta, unos 6.000 millones tienen celular, pero unos 2.500 millones, la mayoría en zonas rurales, no tienen inodoros, y unos 1.100 millones todavía hacen sus necesidades al aire libre.
En la resolución, la Asamblea General insta a los gobiernos a impulsar cambios de conducta, acelerar los procesos y redoblar los esfuerzos para implementar políticas que incrementen el acceso a los servicios entre los grupos más castigados por la pobreza, y cumplir con los objetivos para 2015.
La falta de saneamiento es una amenaza para los más más jóvenes ya que la contaminación del medioambiente con heces provoca enfermedades como la diarrea, una de las causas principales de mortalidad en menores de cinco años.