El lanzamiento del cohete de largo alcance Eunha-3 por parte de Corea del Norte generó la reacción de la comunidad internacional. En palabras de la Directora del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, Olga Ulianova, "siempre el uso de este tipo de artefacto le agrega inseguridad e incertidumbre al mundo".
Según la analista internacional el hecho que el país asiático haya lanzado el cohete a pesar de la negativa del G8 -que incluye a Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y Estados Unidos- responde a "un juego de poder hacia el exterior de la cúpula del régimen comunista, porque el nuevo líder (Kim Jong-un) es muy joven".
De igual forma, Ulianova no descarta que Corea del Norte "quiera llevar la situación a una mayor tensión para luego negociar con las potencias occidentales elementos primordiales como alimentos u otros insumos a cambio de dejar el proyecto".
Para la analista el mayor peligro del lanzamiento no se encuentra en el poder destructivo que este programa pudiera tener, sino en las probabilidades que los lanzamientos fallen y afecten a sus vecinos, entre ellos Corea del Sur, Japón, China, el lejano oriente Ruso. "Algunos de los misiles norcoreanos que han lanzado ya han fallado, entonces ahí esta el peligro inmediato de este tipo de acciones".
La experta de la USACH descarta que el lanzamiento del cohete genere una acción militar por parte de las potencias occidentales, ya que "la zona es demasiado frágil y el fuego no se apaga con bencina, por lo que cualquier acción bélica sería aumentar más las tensiones". Sin embargo, no descarta que existan otro tipo de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.