Los medios estadounidenses publicaron este jueves algunas de las llamadas de emergencia que los pasajeros del vuelo 214 de Asiana Airlines realizaron al teléfono 911, pidiendo ayuda, luego de que el aparato se estrellase, el pasado sábado, en el Aeropuerto Internacional de San Francisco.
Las llamadas reflejan el drama que se vivió en la pista de aterrizaje y registran, además, la angustia de algunos pasajeros ante la lenta y torpe respuesta de las autoridades para atender a las víctimas.
"Hemos estado en el suelo, no sé, 20 minutos, media hora", aseguraba una mujer desde la pista de aterrizaje del aeropuerto de San Francisco. "Hay gente que espera en la pista con lesiones graves, lesiones en la cabeza."
"Estamos a punto de perder a una mujer aquí", aseguraba otro pasajero, mientras el operador del 911 trataba de asegurarle que la ayuda estaba en camino."Estamos tratando de mantenerla con vida."
Los bomberos aseguran que respondieron dentro de los 13 minutos siguientes al accidente. Pero las víctimas creen que no había suficientes equipos de emergencia para atender la escena.
"Estamos en el aeropuerto internacional de San Francisco. Acabamos en un accidente de avión, y hay un montón de gente que todavía necesitan ayuda y no hay suficientes médicos aquí", informó otra persona que llama.
VÍCTIMAS Y PERSONAL DEL VUELO REGRESAN A CASA
Seis de las doce azafatas del vuelo regresaron a Corea del Sur, luego de ser interrogadas sobre el accidente por el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos.
Entre las seis se encuentra Lee Yoon-hye, la azafata más veterana, considerada en Corea como una heroína, por sus esfuerzos para rescatar a los pasajeros. Fue la última en abandonar el aparato siniestrado, según la agencia de noticias Yonhap.
Al menos veinte de las víctimas del accidente continúan siendo atendidos en diversos hospitales de la zona, cuatro de ellos en estado crítico. Uno de los heridos en estado crítico es un niño que está siendo atendido en el Hospital General de San Francisco.
Yoon Young-Doo, presidente de la aerolínea Asiana, se reunirá con víctimas, a las que visitará en los distintos hospitales de la ciudad. Sin embargo, tiene prohibido mantener cualquier tipo de encuentro con los pilotos hasta que finalice la investigación oficial.