El ex primer ministro británico Gordon Brown y Malala Yousafzai, la joven paquistaní que apunto estuvo de perder la vida en un atentado de los talibanes por sus campaña en favor de la educación femenina en aquel país, se han unido a la organización benéfica "A World at School" ("Un mundo en la escuela") para respaldar un plan de emergencia de tres años, para devolver a la escuela a los niños sirios.
El plan, valorado en 500 millones de dólares, pretende proporcionar educación y comida a los niños refugiados sirios en las escuelas del Líbano.
El ex premier, enviado especial de la ONU, y Malala, de apenas 16 años, han instado a los líderes políticos internacionales a respaldar su campaña, que cuenta también con el apoyo de UNICEF.
"El plan requiere que la comunidad internacional, que actualmente invierte solo el 2% en ayudas humanitarias para educación, contribuya con unos 500 millones de dólares adicionales a lo largo de los tres años", señaló Brown.
Según el político, "con suficiente financiación se podría conseguir un gran cambio a través de soluciones como poner turnos dobles en los colegios, contratar a profesores sirios refugiados o suministrar comida en las escuelas".
Según los últimos datos, el número de niños sirios refugiados en el Líbano ascenderá al medio millón a finales de este año.