"Voy a cumplir el mandato".
Así de rotundo y contundente se mostró este lunes el presidente de España, Mariano Rajoy, en una esperada comparecencia celebrada tras varios días repletos de informaciones que le implican en una presunta trama de financiación ilegal de su formación política, el Partido Popular (PP).
En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, tras una reunión bilateral celebrada en el Palacio de la Moncloa, Rajoy fue cuestionado acerca de las acusaciones efectuadas por el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, que le implican directamente en el caso de corrupción.
En medio de crecientes peticiones de dimisión y de rumores de que la oposición estudia presentar una moción de censura en su contra, Rajoy afirmó que "voy a defender la estabilidad política y doy garantía de que aquí hay un gobierno estable y voy a cumplir con mi obligación".
Asimismo, aseguró que "el estado de derecho no se somete a chantaje. En este asunto lo sustancial es que la justicia está trabajando de manera independiente y cuenta con la colaboración plena del gobierno. No se ha producido ninguna sugerencia o presión a la justicia, policía judicial o administración tributaria que tenga que ver con este proceso".
Sobre los SMS que el presidente se intercambió con Bárcenas, el mandatario hispano aseguró que "lo único que hacen es ratificar que el estado de derecho no se somete a chantaje y que las administraciones han actuado, actúan y actuarán con absoluta independencia".
Rajoy aseguró que no permitirá que el escándalo Bárcenas afecte al programa de reformas y a la estabilidad política del país. "Los dos pilares de la política española son sus programa de reformas y su estabilidad política. No voy a consentir que ninguno de los dos sufra daños. El gobierno continuará la tarea que ha emprendido sin pausas ni vacilaciones", sentenció.
El ex tesorero del PP ha entregado este lunes nueva documentación al juez Pablo Ruz que detalla toda la contabilidad "B" del Partido Popular. En su declaración, durante más de tres horas, Bárcenas apuntó directamente a Rajoy como receptor de pagos en metálico cuando era ministro del gobierno de José María Aznar.
Sobre esta acusación, Rajoy se limitó a asegurar que "un presidente del gobierno no puede estar saliendo al paso de todas las insinuaciones, informaciones interesadas o rumores que se publican, no tiene ningún sentido".