El ex mayordomo del Papa Benedicto XVI prestará declaración por primera vez este martes en el segundo día del juicio relacionado a la filtración de documentos sensibles de El Vaticano para dejar en evidencia potenciales casos de corrupción.
Paolo Gabriele, de 46 años, está acusado de ser 'Il Corvo' ("El Cuervo"), el responsable de sacar diversas cartas y escritos reservados del Papa y entregárselos al periodista Gianluigi Nuzzi para ser usados en el libro "Sua Santitá".
Durante esta jornada, el tribunal compuesto por los jueces Giuseppe della Torre, Paolo Papanti Pelletier y Venerando Marano estará enfocado en las declaraciones del mayordomo, quien no ha hablado públicamente desde que fue detenido en mayo.
El testimonio del sirviente, miembro del círculo más íntimo de El Vaticano, la "familia papal", será analizado de cerca en busca de pistas para averiguar lo que le llevó a traicionar al hombre que los católicos consideran como el vicario de Cristo en la Tierra.
Gabriele admite que fotocopió y pasó documentos de reuniones secretas, incluidas cartas al Papa en las que un alto cargo del pequeño estado papal expresó preocupación acerca de la conducta indebida de la Santa Sede en sus relaciones comerciales.
En una investigación publicada en agosto, el sirviente vaticano señaló que actuó porque vio "el mal y la corrupción en todos los lugares de la iglesia" y sintió que el Papa no estaba lo suficientemente informado.
Las filtraciones fueron un golpe para El Vaticano, que ha mostrado ansioso por limpiar su imagen después de una serie de escándalos en los que se vio envuelto su banco. El autor de las cartas, el arzobispo Carlo Maria Vigano, fue más tarde enviado a Washington a pesar de suplicar que se le permitiera continuar en el Estado papal.
El caso, apodado "Vatileaks", llevó al encarcelamiento del mayordomo en la comisaría de policía de El Vaticano, mientras los investigadores confiscaron 82 cajas de pruebas de un apartamento donde vivió con su mujer y sus tres hijos.
En el desarrollo de las audiencias, que se extenderán hasta el sábado, no se descarta que sea llamado ante la justicia el secretario privado de Benedicto XVI, el sacerdote alemán George Ganswein, de cuyo despacho Gabriele sacó los documentos que filtró.