Las autoridades mexicanas descubrieron un túnel de 230 metros de longitud en la ciudad de Sonora, fronteriza con Estados Unidos. El pasadizo era utilizado para transportar droga hacia la ciudad de San Luis, Arizona.
El túnel estaba oculto detrás de la fachada de un fábrica de hielo situada al frente de la aduana mexicana.
El túnel tenía una profundidad de 18 metros, una circunferencia de un metro treinta por un metro de ancho, sus paredes estaban reforzadas con madera y contaba con electricidad y ventilación.
Según informa el medio español ABC el local de venta de hielo y agua purificada "Iceland" estaba próximo a abrir sus puertas, según informaban sus carteles publicitarios.
El pasadizo que nacía detrás de la fábrica de hielos en México terminaba en las instalaciones de otro comercio en Arizona, Estados Unidos.
Según informa la página web de Televisa, en el sitio no se encontraron armas ni drogas. Tampoco hubo detenidos y descocen el tiempo que llevaría en funcionamiento.